~Solamente defectos~
Asomé mi cabeza a la ventana, para hacer "algo" y vigilar si algún coche se paraba frente a nuestra casa. Así fue, observé como un coche negro llegaba, aparcando lentamente: era mi tía Lourdes.
Cuando tenemos visita tengo la costumbre de avisar a mi madre chillando, y eso hice.
Yo: ¡Mamá! Que ya vieeeeeeeeene . . .
Sonia: ¡Pero no chilles, loca de la pradera!
Yo: Emmmm, acabas de chillar tu también ama.
Sonó el timbre e inmediatamente abrí la puerta. Mi tía me dio un gran abrazo y unos cuantos besos, así hizo con mi madre, mi abuela y mi hermana.
Después nos sentamos en el sofá y mientras mi tía hacía miles de preguntas me quedé mirando fijamente a una caja llena de palmeritas con nata.
Lourdes: Bueno chicas, y ¿que tal estáis, todo bien?
Yo: Eh, sí, todo bien. Mamá, ¿puedo comer las palmeritas?
Sonia: Ni se te ocurra, primero bocadillo, luego ya lo que quieras.
Lourdes: Oye, y ¿las notas y eso, Sandra?
-Me quede mirando al suelo sin pensar en nada, intentando buscar una excusa o cambiar de tema, porque digamos que mis notas no eran muy buenas . . . -
Yo: Pues, bah, normales, como siempre.
Lourdes: Vamos, que muy mal.
Yo: Haber, muy mal tampoco están, algún suspenso, pero nada más . . .
Lourdes: Ya ya, algún suspenso en todo dirás.
-Comencé a enfadarme, ese tema no era de mi agrado y mi propia tía me estaba haciendo sentir mal sin saber absolutamente nada.-
Lourdes: ¿Que pasa, te ha comido la lengua el gato, o que?
-El humo me salía por la nariz, se notaba de sobra que estaba cabreada, pero ella seguía y seguía; esperando a que explotara como una bomba, y finalmente algo así sucedió . . . -
Yo: No quiero hablar más de esto, ¿vale? Me voy a a arriba, tengo mucho que hacer.
-Empecé a andar como quien no quiere la cosa, era como si mis piernas se movieran solas, mis piernas sabían lo que yo quería: desaparecer.-
Saqué mi libro de Sociales de la mochila y me lo lleve hasta el baño, cerré la puerta y eche el pestillo. Me subí a el radiador con el fin de sentarme en un hueco libre que quedaba al lado de la ventana; hice que el libro se abriera por la página que el quisiera y justamente se paro en la página necesaria para empezar a leer.-
No se cuanto tiempo me pasé ahí dentro, tampoco me importaba; con tal de no estar cerca de mi tía, el resto era mejor. Después de leer toda la información del tema, y memorizar algunos puntos decidí cerrar el libro, me puse a mirar por la ventana y solo veía gotas de lluvia caer lentamente sobre el cristal.
Sentía que ese era el momento de empezar a pensar el el futuro, ¿que haría si sacaba malas notas desde tan pronto? ¿A que me querría dedicar el día de mañana? ¿Cómo acabará todo?
Muchas preguntas sin respuestas . . . Pensé que lo mejor sería dejar ese tema tranquilo por el momento y ponerme a repasar; pero algo interrumpió lo que había conseguido hasta ahora.
Alguien llamo a la puerta . . .
Lourdes: Sandra, sal, anda. Tengo que usar el baño.
-Bajé apoyándome al radiador y con rabia quite el pestillo y a continuación con mucho valor abrí la puerta de par en par. Se fijó en que tenía el libro en la mano y comenzó a hacerme preguntas de nuevo.-
Lourdes: ¿Has estado estudiando, o has hecho que estudiabas? Yo que tú me tomaría enserio todo el tema de el colegio, es muy importante para el futuro.
Yo: He estado estudiando Sociales, dentro de poco tengo exámenes y eso. Tía Lourdes, intento tomarmelo lo más enserio posible, pero es que no tengo nada claro: no se a que dedicarme, me da miedo que pasará conmigo en un futuro, me cuesta estudiar, no tengo ninguna motivación...
Lourdes: Para estudiar no te hace falta motivación niña, lo que pasa es que eres una vaga.
-Las palabras de la tía retumbaron en mi cabeza unas 1.000 veces en solamente 3 segundos. Me sentí totalmente inútil, me dio a entender que no servía para los estudios, ni para trabajar, por era una VAGA. No tuve ni idea de que era más lógico hacer en ese momento; pero como la sangre me hervía la aparte de mi camino con un codazo y entré en mi cuarto lo más rápido que pude; acompañado por un portazo.
Ella me siguió, lo noté y era justo lo que yo no quería, me estaba desafiando si ningún motivo.-
Lourdes: ¡¿OYE PERO TU QUIEN TE HAS CREÍDO NIÑA?!
Yo: ¡DÉJAME EN PAZ, TU NO ERES MI MADRE, NO TIENES DERECHO A DECIRME ESE TIPO DE COSAS, LÁRGATE!
Lourdes: ¡Que te lo crees tu, yo te estoy diciendo esto por tu bien, maja!
Yo: ¿Por mi bien? Pero vamos a ver, si tu no tienes ni idea de como soy, ¿que andas diciéndome misa? Si quieres hacer algo por mi bien, ¡DÉJAME, vete ya, joder!
-Se me cayeron unas pocas lágrimas, pero enseguida me las sequé con la sudadera que llevaba puesta. Me encontraba mal, muy mal; quería ir al instituto para contarles todo esto a Nadia, Marta e Isabela, pero no siempre se puede hacer lo que uno quiere.-
Desde ese día pensé que lo mejor iba a ser estar fuera de casa, que era mejor el instituto que todo lo demás, algo raro, sí, pero no es que lo estuviera pasando muy bien... Cuando una persona sólo te saca defectos y no ves lo bueno que hay en ti o te quieres morir o desaparecer de esas personas. Yo opté por dejar atrás a mi tía, y al resto de mi familia, porque me dí cuenta de que NADIE en ningún momento me defendió contra mi tía, y supe que lo escucharon TODO.

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