~La hora de cenar~
NARRA SANDRA
Saqué una última foto a un bicho que estaba en una margarita: era la combinación perfecta para el "trabajo": una flor con un bichillo, se notaba que era algo de ciencias, naturaleza y eso . . .
El caso es que fuimos a mi casa a cenar, cuando llegamos ha la puerta saqué mis llaves del pantalón y la abrir de par en par para que de Bela pudiera pasar después de mi.Busqué a mi madre y Bela señaló a la cocina, ahí estaba, así que entramos y la cena ya estaba en la mesa, mi hermana estaba en el ordenador y mi ama estaba sacando zumo de la nevera.
Yo: Hola mamá, ya hemos llegado.
Sonia: Hola chicas, ¿que tal lo de las fotos?
Yo: Pues bastante bien, la naturaleza se ha puesto de acuerdo hoy para sacar buenas fotos, la verdad.
Sonia: Pues ya me alegro, ya. Anda ir a la habitación ha dejar la cámara y ponte el pijama Sandra.
Yo: Ah, mamá de eso queríamos hablar contigo. Hemos ido a casa de Bela a preguntar a su madre si se podría quedar el finde a dormir y ha dicho que sí.
Bela: Sí, este finde semana estará muy ocupada además y prefiero quedarme con Sandra que con mi padre, esta claro jajaja.
Sonia: Si ya te entiendo, a vuestra edad nos pasa a todos. Pues yo dejo que te quedes Bela, porque tenemos una habitación libre con literas para invitados y ya sabes que no eres nunca molestia.
Sandra: ¡TOMA, TE QUEDAS! -la abracé fuerte mientras que no sabía que cara poner y mi madre se rió un poco- Bueno, pues vamos arriba, ya te dejo yo un pijama mío, ¿vale?
Bela: ¡Perfecto, vamos!
Subimos las escaleras lo más rápido que pudimos y al llegar al cuarto dejé en la caja la cámara mientras que Bela se tiraba a la cama cansada. Abrí mi armario y rebusqué un pijama, saqué uno rosa, el pantalón era de el tejido de las camisas de leñador, a cuadros, y la parte de arriba era de media manga rosa también, con un conejito monísimo en medio.
Se lo tiré a la cara, se levantó extrañada y observó al conejo. Se empezó a reír a pura carcajada, y yo de la manera en que lo hacía. ¡No me había fijado que era un conejo y que los conejos comen zanahorias!
Entonces comencé a reírme yo también como una loca mientras me tumbaba en la cama con ella.
NARRA MARTA
Ya eran como las 21:10, todavía quedaba un buen rato hasta que fuera a cenar y no había nada interesante por tuenti ni nada, así que se me ocurrió llamar a Nadia por teléfono. Anduve hasta el salón, pille el teléfono y marqué su número de casa.
*Conversación telefónica*
Nadia: ¿Sí?
Marta: Nadia que soy yo Marta, tronca.
Nadia: Aaah, vale jaja. Bueno ¡dime!
Marta: Pues nada, que estaba aburrida y te he llamado.
Nadia: Osea que acudes a mí cuando te aburres... ¡Mala persona!
Marta: Jajaja, que tonta. Que no pues es que no hay nada interesante y quería hablar contigo. Yo cenaré dentro de un rato, igual dentro de 15 minutos o así, hasta entonces no diré nada del viaje.
Nadia: Yo cenaré enseguida y les diré lo de el viaje, hasta entonces nada de nada. También les daré el papel que nos dio Diego, así si quieren saber más que les llame a el.
Marta: Si señora, buena idea; yo haré lo mismo y fuera.
Nadia: Pues si, porque creo que será lo mejor.
****: ¡NADIA A CENAR! -pude escuchar de fondo-
Nadia: Bueno tía, me tengo que ir a cenar, si eso te envío un privado diciéndote lo que opinan mis aitas del viaje y así.
Marta: Chachi, pues luego me conecto y te digo yo a ti también. ¡Adiós, un beso!
Nadia: Si si, agur, te quiero. -colgó-
Dejé el teléfono en su sitio y me senté en el sofá, puse la tele, pero todo eran noticias, las delas 21:00. Así que fui a la cocina y vi a mi madre cortando patatas, al lado tenía un bol con unos huevos dentro, me acerqué y partí los huevos dentro del bol, cogí un tenedor y empece a batirlos mientras que ella tiraba la piel de las patatas a la basura.
NARRA NADIA
Después de hablar con Marta fui a la cocina y mi hermana mayor estaba poniendo las servilletas; la comida ya estaba en la mesa, pero faltaban vasos y los coloqué yo. Mi madre mientras estaba cambiando el canaln de la tele, puso Antena 3, íbamos a ver las noticias, como siempre.
Mi padre llegó del baño y nos sentamos todos, cogimos las cucharas para empezar a comer la sopa y me acordé de la hoja de Diego; así que les dije que esperaran, que tenía que darles una cosa.
Subí a mi cuarto, rebusqué en la mochila hasta dar con el folio, bajé a toda prisa ilusionada y ansiosa con el en la mano. Seguramente me dirían que si que podía, pero nadie sabe que pasará.
Entré otra vez, todos me miraban sin paciencia. Me senté y les dí la hoja a mis padres para que la leyeran.
NARRA MARTA
Le di el bol con los huevos ya bien batidos y me dijo que si quería que fuera a ver la tele o algo, que de el resto se encargaba ella. Así lo hice, no tardaría mucho, así que no merecía la pena conectarme, por lo menos me daría para ver la tele. Puse MTV y había Teen Mom. El programa no esta nada mal. A los 5 minutos sonó el teléfono y fui yo corriendo.
*Conversación telefónica*
Marta: ¿Hola?
Sandra: ¡Soy Sandra! Tia, ¿cuando vas a cenar? Nosotras ahora y estamos un poco nerviosas...
Marta: Jajaja, hola eeh. Yo enseguida voy a cenar, estaba viendo la tele. Y Nadia ya esta cenando, estará hablando con sus padres, haber que le dicen...
Sandra: ¡Saldrá bien, no hay de que preocuparse! -tan positiva como siempre, pensé-
Bela: ¡Hooooola! ¿Que tal estas?
Marta: Belaaaa, estoy bien esperando a que mi madre me diga: ¿A CENAAAAR! Jajaja
Bela: Jajaja, nosotras ahora mismito, tengo que colgar, ¿luego te conectas?
Marta: Siii y Nadia también, para decirme haber que le dicen del viaje.
Bela: A pues nosotras también entonces.
Marta: ¿Pero tu luego no tienes que ir a tu casa?
Bela: No, me quedo a dormir con Sandra el finde.
Marta: Aaaah guachi, pues eso ya hablaremos.
Bela: Si, adiós amor, ¡un beso de parte de las dos!
Sandra: ¡BEEELA VEN YAAAA!
Marta: Jajaja anda corre, un beso, te quiero. -colgué-
NARRA BELA
La madre de Sandra había preparado paella y luego teníamos para elegir, o carne o pescado. Tenía muy buena pinta todo, pero no me apetecía pescado. Fuimos a sentarnos, pero entonces la hermana pequeña de Sandra nos llamó. Llegamos al salón, tenía un pequeño problema con el ordenador, pero lo arreglamos enseguida.
Nos dirigimos a la cocina las tres para cenar y Sonia estaba poniendo un plato lleno de filetes empanados, lo puso al lado del plato de pescado. Nos sentamos contentas por el olor de la comida y comenzamos a soplar la paella de lo caliente que estaba. Le dí un pequeño codazo a Sandra, nos sentamos juntas; y ella al momento me entendió. Era la hora de decirle a su madre o de el viaje y me acordé de que Nadia y Marta ya estarían en ello también.

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